Refugio Nacional de la Vida Salvaje Rachel Carson (Maine, EEUU)

 Recientemente he tenido ocasión de visitar una de las zonas más interesantes desde el punto de vista ecológico de la costa atlántica de Maine (EEUU). Se trata del Refugio Nacional Rachel Carson.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre Rachel Carson se estableció en 1966 en cooperación con el estado de Maine para proteger valiosas marismas y estuarios para las aves migratorias. Ubicado a lo largo de 50 millas de costa en los condados de York y Cumberland, el refugio consta de once divisiones entre Kittery y Cape Elizabeth. La proximidad del refugio a la costa y su ubicación entre el bosque caducifolio oriental y el bosque boreal crea una composición de plantas y animales que no se encuentra en ningún otro lugar de Maine. Los principales tipos de hábitat presentes en el refugio incluyen tierras altas boscosas, barreras de playa / dunas, praderas costeras, marismas de marea y la característica costa rocosa.
 
Maine también es el hogar de muchas plantas y animales icónicos como, alces (moose), somormujos (loons), frailecillos (puffins), langostas (lobsters), almejas, bacalao del Atlántico, abeto balsámico (balsam spruce), abeto (fir), pino blanco y más. Los cambios de clima influirán en todos estos organismos de una forma u otra. Cuando los océanos aumentan la temperatura, por ejemplo, también absorben más CO2 (dióxido de carbono). Más dióxido de carbono hace que los océanos sean más ácidos y el aumento de la acidez no es tan bueno para los mariscos como las langostas, las almejas y los mejillones. Las langostas que experimentan una mayor acidificación, por ejemplo, generalmente crean caparazones más suaves o cambian el tiempo de desprendimiento de la concha y ambas cosas pueden hacerlas más susceptibles a las enfermedades. Las aguas más cálidas del océano también pueden proporcionar un mejor hábitat para las plagas y patógenos que generalmente mueren durante los fríos meses de invierno, lo que aumenta los tipos de enfermedades a las que las langostas podrían ser susceptibles. También se espera que el bacalao del Atlántico se vea afectado negativamente por aguas más cálidas. Se espera que sus distribuciones se vuelvan más restringidas y se espera que las poblaciones disminuyan en el Golfo de Maine para el 2100. Los organismos terrestres tampoco son inmunes a los cambios climáticos. Los bosques de abetos y abetos balsámicos en Maine pueden dar paso a bosques más caducifolios dominados por árboles como los arces rojos. Los robles castaños también pueden expandir su área de distribución en todo el estado. Se espera que las poblaciones de vida silvestre, como las de lince y marta, disminuyan con la disminución de la capa de nieve, mientras que se espera que otras especies, como las zarigüeyas de Virginia, amplíen su área de distribución. Existe la preocupación de que las especies exóticas y algunas invasoras se hagan más notorias en Maine con un clima cálido. El adelgido lanudo de cicuta (Hemlock wooly adelgid) , la almeja asiática, la lubina de boca grande y el cangrejo costero asiático son solo algunas de las especies a las que los residentes de Maine deberán estar atentos. La incorporación de la preparación para el cambio climático en los procesos de planificación actuales, como el Plan de Acción Estatal para la Vida Silvestre, ayudará a preparar a Maine para los cambios que se avecina.
 
A continuación os pongo el enlace para algunas de las rutas que podéis hacer en Maine que os servirán para conocer los valores ecológicos del Refugio así como de otras zonas cercanas. En los enlaces de esa página podéis ver y descargar los correspondientes itinerarios: 

https://losmanantialitos.blogspot.com/2022/11/refugio-nacional-de-vida-salvaje-rachel.html .

Si queréis acceder a un documento más completo con las características ecológicas de toda la zona, senderos, mapas, etc  podéis pulsar en este enlace.

Fenotipo Federico

 

Vaya por delante que el autor de este libro que hoy comento es un conocido mío desde los tiempos en que estudiábamos juntos en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. Además, con el tiempo, fuimos compañeros de profesión compartiendo en algunas ocasiones actividades y proyectos con nuestro alumnado. En los últimos años hemos retomado el contacto con otro tipo de actividades más lúdicas y placenteras, si se quiere, pero siempre tomando como base aquellos años universitarios. Quiero decir esto porque para comentar un libro de una persona querida y admirada quizás yo no sea la persona más adecuada para hacerlo, teniendo en cuenta, además de lo anterior, que por mi formación científica, no entiendo mucho de “letras”, como suele creer una parte de nuestra sociedad dividida para algunos temas entre “gente de ciencias y de letras”. De cualquier forma, ya como “biólogo en retirada”, creo haber leído y analizado lo suficiente como para atreverme a comentar mis sensaciones sobre el libro de Cristino, magníficamente ilustrado por otro compañero de carrera y genial dibujante como es nuestro querido y admirado José Luis Prats, Ozeluí.

Este es un libro sobre la vida de Federico, un recorrido por su vida. Pero si esto fuera solamente así, yo estaría faltando a la verdad. La historia de Federico ya ha sido escrita, estudiada y comentada en innumerables ocasiones, pero nunca se había contado teniendo en cuenta las características biológicas, fisiológicas y, sobre todo, genéticas, del genial poeta y dramaturgo granadino. Así pues, creo que este libro es además un libro “valiente”. No se me ocurre mejor calificativo que ese cuando el autor, investigando en los textos familiares y biográficos y en la intensa producción artística de Lorca, intenta relacionar el genio creativo de Federico con su herencia genética, moldeada por un entorno único a lo largo de sus pocos años de vida. ¿Por qué “valiente”? Porque la herencia genética y la influencia que sobre ella tiene el ambiente están siempre en discusión en los ámbitos científicos de nuestra sociedad. La epigenética (“el ambiente modifica los genes”) es un tema controvertido en la biología actual, y por ello, hablar de esto referido a una figura universal como es la de Federico, no puede por menos que ser tratado de “valiente”.

Así, Cristino ha intentado aproximar al lector la figura de Lorca y su obra imaginando cómo han ido influyendo sobre sus genes los factores ambientales a lo largo de las distintas etapas de su vida para dar lugar a unas cualidades únicas, unas cualidades de genio. Y lo hace de una forma fluida, interesante, dejando a la imaginación del lector algunas consideraciones y propuestas, imponiéndote en algunos momentos el ritmo de lectura, en definitiva, atrapándote. Solo puedo deciros que nada más empezar a leer ya noté que se trataba de un libro de los que te doman, de esos libros que te deleitan (insisto en que “soy de ciencias”). Podría también comentar algunas cosas más sobre la parte “genética” del libro (no os asustéis los que ya hayáis olvidado las enseñanzas básicas de esta materia porque se leen y entienden muy bien las partes dedicadas a ella), pero prefiero no hacerlo pues realmente el libro habla de Federico García Lorca, así, al completo: de Federico, como ente genial; de García, como la parte heredada de la familia paterna; y de Lorca como la parte materna. En conjunto, Federico García Lorca, un genio universal fruto de una confluencia de genes, momentos y entornos que moldearon una personalidad única que va siendo descubierta a medida que avanzan las páginas del libro y, en algunos casos, de forma misteriosa (“¿Qué vendrá después?”).

Os animo a buscar el libro y leerlo al menos con la misma curiosidad que mostró Lorca a lo largo de su vida. Os gustará.