Vaya por delante que el autor de este libro que hoy comento es un
conocido mío desde los tiempos en que estudiábamos juntos en la
Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. Además, con el
tiempo, fuimos compañeros de profesión compartiendo en algunas
ocasiones actividades y proyectos con nuestro alumnado. En los
últimos años hemos retomado el contacto con otro tipo de
actividades más lúdicas y placenteras, si se quiere, pero siempre
tomando como base aquellos años universitarios. Quiero decir esto
porque para comentar un libro de una persona querida y admirada
quizás yo no sea la persona más adecuada para hacerlo, teniendo en
cuenta, además de lo anterior, que por mi formación científica, no entiendo mucho
de “letras”, como suele creer una parte de nuestra sociedad
dividida para algunos temas entre “gente de ciencias y de letras”.
De cualquier forma, ya como “biólogo en retirada”, creo haber
leído y analizado lo suficiente como para atreverme a comentar mis
sensaciones sobre el libro de Cristino, magníficamente ilustrado por
otro compañero de carrera y genial dibujante como es nuestro querido
y admirado José Luis Prats, Ozeluí.
Este es un libro sobre la vida de Federico, un recorrido por su vida.
Pero si esto fuera solamente así, yo estaría faltando a la verdad.
La historia de Federico ya ha sido escrita, estudiada y comentada en
innumerables ocasiones, pero nunca se había contado teniendo en
cuenta las características biológicas, fisiológicas y, sobre todo,
genéticas, del genial poeta y dramaturgo granadino. Así pues, creo
que este libro es además un libro “valiente”. No se me ocurre
mejor calificativo que ese cuando el autor, investigando en los
textos familiares y biográficos y en la intensa producción
artística de Lorca, intenta relacionar el genio creativo de Federico
con su herencia genética, moldeada por un entorno único a lo largo
de sus pocos años de vida. ¿Por qué “valiente”? Porque la
herencia genética y la influencia que sobre ella tiene el ambiente
están siempre en discusión en los ámbitos científicos de nuestra
sociedad. La epigenética (“el ambiente modifica los genes”) es
un tema controvertido en la biología actual, y por ello, hablar de
esto referido a una figura universal como es la de Federico, no puede
por menos que ser tratado de “valiente”.
Así, Cristino ha intentado aproximar al lector la figura de Lorca y
su obra imaginando cómo han ido influyendo sobre sus genes los
factores ambientales a lo largo de las distintas etapas de su vida
para dar lugar a unas cualidades únicas, unas cualidades de genio. Y
lo hace de una forma fluida, interesante, dejando a la imaginación
del lector algunas consideraciones y propuestas, imponiéndote en
algunos momentos el ritmo de lectura, en definitiva, atrapándote.
Solo puedo deciros que nada más empezar a leer ya noté que se
trataba de un libro de los que te doman, de esos libros que te
deleitan (insisto en que “soy de ciencias”). Podría también
comentar algunas cosas más sobre la parte “genética” del libro
(no os asustéis los que ya hayáis olvidado las enseñanzas básicas
de esta materia porque se leen y entienden muy bien las partes
dedicadas a ella), pero prefiero no hacerlo pues realmente el libro
habla de Federico García Lorca, así, al completo: de Federico, como
ente genial; de García, como la parte heredada de la familia
paterna; y de Lorca como la parte materna. En conjunto, Federico
García Lorca, un genio universal fruto de una confluencia de genes,
momentos y entornos que moldearon una personalidad única que va
siendo descubierta a medida que avanzan las páginas del libro y, en
algunos casos, de forma misteriosa (“¿Qué vendrá después?”).
Os animo a buscar el libro y leerlo al menos con la misma curiosidad
que mostró Lorca a lo largo de su vida. Os gustará.