CHITA, seguramente fuiste una de las razones de mi temprano afecto por la naturaleza y los seres vivos. Hoy, cuando ya has dejado de existir, no puedo dejar de recordar aquellas películas de mi niñez en la tú eras la protagonista (en realidad, el protagonista, pues eras un mono macho). Fue la época en que yo aspiraba a tener los músculos de Tarzán y aún no me había fijado para nada en Mauren O`Sullivan (por mi escasa edad, claro), tus dos compañeros de reparto. Aunque no fueras una persona ni siquiera el único simio que utilizaron en los rodajes, muchos de los de mi especie te recordaremos siempre...