La inmortalidad de Henrietta Lacks


El 4 de octubre se cumplirán 61 años de la muerte por cáncer de útero de esta mujer pobre nacida en Clover (Virginia). La noticia pasaría desapercibida si no fuera porque convendría recordar que sus células, invadidas por el tumor que la consumía, fueron cultivadas, sin ella saberlo, mientras padecía la enfermedad y después de su muerte y utilizadas hasta la saciedad para  investigaciones sobre tumores, vacunas contra la polio, fertilización in vitro, clonación, mapas genéticos, etc. etc.
Hoy día, ese conjunto de células, llamadas HeLa en honor a su nombre, proporcionan una herramienta muy importante para la medicina pues se mantienen vivas y crecen vigorosamente, constituyendo la primera línea celular humana "inmortal" que se ha cultivado a gran escala.
Resulta curioso que las células de una mujer pobre de raza negra que murió a los 31 años y que tuvo la mala fortuna de vivir en el sur de EEUU cuando aún no habían sido abolidas las leyes de la segregación, han hecho millonarias a muchas compañías farmacéuticas, mientras que su familia sigue viviendo en la pobreza  y sin seguro médico más de medio siglo después de su muerte.
Un libro muy interesante cuenta su historia: "La vida inmortal de Henrietta Lacks" de Rebeca Skloot.